La ruta trazada por Enrique Meiggs para succionar minerales del centro del país en el siglo XIX sobre la que luego se erigió la carretera central ha colapsado. Donde debían circular 2000 vehículos, hoy circulan anormalmente todos los días 7000 y hasta 12000 en tiempos de fiesta y asueto popular. ¡Es un infierno el paso por el Infiernillo! Ante esto, en agosto del 2017 el acechado gobierno del amojosado PPK transfirió 12 millones al Gobierno Regional de Lima y 7 millones al Gobierno Regional de Junín. Hagan sus estudios para su carretera y déjenme defenderme del mefistofélico parlamento naranja, quizá, pensó el entonces presidente, PPK.
Con la transferencia financiera, el Gobierno Regional de Lima trazó su carretera. El trazo de su carretera parte de la Chutana (a 50 Km al sur de Lima), en la panamericana sur, asciende por una línea de cumbres, que evitan huaycos y deslizamientos de las quebradas andinas, que no tiene mayores problemas con expropiaciones de terrenos ni tampoco con sitios arqueológicos en todo su tramo, que colinda con la turística reserva paisajística Nor Yauyos Cochas, e ingresa al valle del Mantaro por el cañón del Shucto a Jauja. Las condiciones, sin muchas curvas son propicias para una autopista de 04 carriles ha sostenido incansablemente acaso su máximo artífice, el ingeniero Jorge Gutiérrez. El trazo es defendido tesoneramente por el Colegiado de Ingenieros de Lima y por el rico Roque Benavidez.
El otro estudio, el del trazo del Gobierno Regional de Junín, ha sido redefinido en mucho (y prácticamente desechado) por la PMO del gobierno francés, el cual se adjudicó finalmente la ejecución de la obra, en mayo del 2021, en tiempos de Pancho Sagasti. El contratista que ejecutará esta obra ha hecho un nuevo trazo de 136 Km por una zona que ha denominado la nueva carretera de 4 carriles, Daniel Alcides Carrión, zona también llamada el Corredor Verde, el cual se inicia en Cieneguilla (Lima) y concluye en Pachachaca (a 15 Km de la Oroya). Ambos puntos en la actual carretera central. Este último trazo, sin embargo, ha sido vapuleado hasta el escarnio por el Colegio de Ingenieros de Lima. Ha dicho esta institución que el trazo del PMO – Francia donde se construirá la nueva carretera describirá una especie de media luna entre Cieneguilla y Pachachaca. En su recorrido pasará por la quebrada de Lurín, tramo proclive a huaycos y aluviones, luego avanzará por el Capacñam al cual damnificará, estará abrumada de groseras curvas sinuosas, hostiles por naturaleza a la velocidad y requerirá de 54 puentes, 94 viaductos y 57 túneles que encarecerán a la obra y requerirá de hacer muchas expropiaciones que retardarán su ejecución.
Alarmados por la descrita posición, estos últimos días varios gobernantes de la región central entre los cuales estaba el regional endocarpio de los cítricos y el wanka cabalgador que por hoy más se asemeja jockey de Sleepy Hollow, melindrosamente “salieron a batallar” por la carretera alucinando que el planteamiento del CIP de Lima la iba a paralizar, retrasar o resolver, ¿Nadie les habrá dicho que el contrato hecho entre el gobierno peruano y el gobierno francés, vía G2G, es inalterable y está sacralizado y es imposible de cambiar o deshacer?, ¿nadie les habrá dicho que con ello sólo expusieron su desconocimiento de las facultades de un colegio profesional?, ¿nadie les habrá dicho que sólo expusieron su patería a la dictadora nacional?
“… varios gobernantes de la región central entre los cuales estaba el regional endocarpio de los cítricos, melindrosamente “salieron a batallar” por la carretera alucinando que el planteamiento del CIP de Lima la iba a paralizar, … ¿Nadie les habrá dicho que el contrato hecho entre el gobierno peruano y el gobierno francés, vía G2G, es inalterable, nadie les habrá dicho que sólo expusieron su patería a la dictadora nacional?”