La toma de la Universidad nacional del Centro del Perú muestra el rechazo a sus autoridades por su falta de capacidad en solucionar problemas.
Entre el pliego de los reclamos está el funcionamiento del comedor universitario proyecto que se inauguró el 6 de enero de este año, pero hasta el momento nadie ha logrado ingresar y comer ahí.
Esta infraestructura tiene una serie de hechos irregulares desde la contratación de una empresa investigada por pertenecer a una presunta organización criminal, un expediente deficiente aprobado por sus autoridades y varias fisuras en sus columnas, acciones que sucedieron mientras el Dr. Amado Vilcatoma Sánchez está en el rectorado.
Estos son 5 informes de contraloría, con información relevante sobre hechos irregulares de la construcción del comedor universitario.
El informe 016-2022 relata cómo se gastó 148 mil soles del Canon que recibe la universidad para contratar a un consultor de obra con una sanción y penalidad. Carlo Christian Colonio Cerrón ganó la licitación para realizar el expediente técnico del nuevo comedor.
Esta licitación tiene varios vicios como la falta de verificación de experiencia de los postulantes, los términos de referencia que se contradicen, pidiendo experiencia por un año en la profesión, pero luego pidiendo tres años en este tipo de proyectos.
A pesar de estas confusiones, Carlo Christian Colonio Cerrón logró ganar la licitación, y las cosas fueron de mal en peor, exponiendo un presunto plagio en el expediente técnico, en la parte del estudio de impacto ambiental se habla del parque Sinchi Roca en el distrito de Comas de la ciudad de Lima.
Y este expediente fue realizado por personal que no cumplía la experiencia necesaria, personal que no respetó el perfil técnico y cambió la ubicación del terreno de construcción afectando los estudios de suelos, topográfico, riesgos entre otros. Por esto, la contraloría halló responsabilidad penal en 9 personas 7 de ellos servidores públicos de la UNCP.
Pero las cosas continuarían mal en la construcción de este comedor, ya que el 14 de septiembre del 2020 se decididió contratar por más de 8 millones a Shogu consultora y constructora, empresa investigada por su relación con la presunta organización criminal los patrones de Quichuay, en donde uno de sus representantes fue detenido.
La empresa Shogu debido a los errores del expediente paralizó la obra, para realizar otro expediente y terminar el proyecto. Shogu también no tenía el personal calificado dentro de la obra, el asistente del residente sin título, y su residente sin experiencia, sumado a esto los especialistas en arquitectura y estructural no se encontraban habilitados por sus respectivos colegios. Además, no cumplieron con los equipos que prometieron para la construcción del comedor durante la licitación.
A pesar se estas deficiencias se le pagó las valorizaciones 6 y 7 por partidas no ejecutadas como el cielo raso, muro cortina spider de vidrio y costillas de cristal.
Finalmente se observó el desorden y falta de limpieza dentro de la construcción, así como también la exposición a la intemperie de los materiales, que reducirían su calidad a futuro.
Todas estas deficiencias de la empresa habrían provocado diferentes fisuras dentro del nuevo comedor, desmembramiento de columnas, grietas en el muro de contención.
Esta obra se terminó en diciembre del 2022 y el rector la inauguró el 6 de enero del 2023 a pesar de no recepcionar la obra por completo y ni dejarla implementada con los módulos necesarios.
Este pedido del uso de este comedor ya habría sido solucionado por el rector Amadeo Vilcatoma, como lo anunció a los medios de comunicación, declaración dudosa ya que solo se ha avanzado el 15 % en equipamiento y mobiliario.
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