A inicios de año, la población veía con ilusión la gestión que iniciaba, Dennys Cuba. El joven ex alcalde del distrito de Quilcas juramentaba como alcalde de la provincia de Huancayo prometiendo traer 1500 millones de soles en inversión para hacer realidad proyectos añorados como la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, la ejecución de la vía de evitamiento, hacer realidad la carretera del bicentenario, dotar de agua para todos y tener una política de cero corrupción.
Desde aquel juramento han pasado 100 días y lamentablemente no hay nada que reconocer, salvo el que tengamos un alcalde que representan a los alcaldes del Perú. Ese logro personal que seguramente nutre su ego no tiene mayor relevancia para aquel poblador que sigue esperando tener agua potable al menos un par de horas al día, no le sirve a nuestros jóvenes que tienen la percepción de vivir en una ciudad insegura, no ayuda a recobrar la confianza mientras convoquen a concursos CAS aparentemente transparentes pero que están dirigidos para sus militantes.
Lo que caracteriza hasta ahora a esta gestión son los continuos viajes del alcalde y el incremento de dietas de sus regidores, hay plata para eso pero no para cumplir con el derecho de 263 trabajadores que continúan esperando se cumpla la ordenanza que los incorpora al “cuadro de asignación personal” de la municipalidad de Huancayo.
Señor alcalde, estos 100 días están marcados por la improvisación. La miopía de sus funcionarios no le permite que usted actué oportunamente para solucionar problemas que la población padece diariamente, actúe con sentido común y camine por las calles de Huancayo, se dará cuenta de que nada ha cambiado. No nos alegran sus errores simplemente nuestra voz para contrarrestar los susurros de su sequito para quienes su gestión marcha de maravilla.
Recuerde que el fracaso existe solo cuando dejamos de esforzarnos.